Don ambrosio propuso la construcción de varias casas de piedra que tuviera espacio suficiente para 15 personas y estuvieran prevista de víveres y cueros de guanaco para el abrigo de sus huéspedes. Sus puertas serían de madera y exteriormente forradas en cobre. Llevarían una cerradura cuya llave sería la misma para todas las casas, con el fin de facilitar el acceso a ellas. La llave estaría a cargo de los corregidores del Valle de Aconcagua y de Mendoza.
La travesía que debían hacer los que levaban el correo a través de la cordillera de los Andes (Chile a Argentina y viceversa). Desde la época de la colonia hasta la primera década de 1900 el viaje se hacía a caballo. Se construyeron una serie de refugios estratégicamente ubicados, para albergar a estos jinetes cuando las condiciones climáticas se hacían peligrosas.
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